La gloriosa camiseta color oro y carbón va a salir a la cancha para disputar su primer partido en la Libertadores 2012.
A los jugadores solo les pido algo que es muy simple pero que en otras oportunidades no toman en cuenta: que se acuerden.
Que se acuerden que ellos son parte de un grupito extremadamente pequeño de privilegiados que en cada pase, pelotazo y trancazo llevan la ilusión de todos los que la vemos de afuera.
Que se acuerden que nosotros vamos a estar alentando pase lo que pase y aunque a veces cuando las cosas no andan bien el silencio y el nerviosismo se pueden hacer sentir, nosotros deseamos desde lo más profundo que les vaya bien.
Que se acuerden que llevan atrás la esperanza de un pueblo. La de los niños que apenas pueden decir Peñarol porque llevan muy poco en este mundo pero ya saben que son manyas de ley y que aman a estos colores. La de los jóvenes y adultos que puteamos, soñamos, nos calentamos y festejamos y la de los veteranos que tienen una enorme sabiduría peñarolense y que han vivido muchas cosas en la vida, pero que un triunfo les puede alegrar sus días y hacer que se sientan rejuvenecidos, niños otra vez, porque "su" Peñarol les dio una gran alegría.
Que se acuerden que llevan la misma camiseta que brilló en esta Copa y deslumbró con su juego en muchos lugares, llevan el alma de los que alientan desde el cielo como Spencer, Joya, Caetano y muchos otros. También llevan la ilusión como hinchas que son y la responsabilidad de defender a la institución de Rocha, Sasía, Abbadie, Morena, El Indio, Aguirre y muchísimos más.
Y a Darío, que se acuerde que lleva la misma cinta de nuestro gran capitán histórico, Néstor Goncalvez.
Que se acuerden, todos estamos con ustedes.
Que se acuerden: ¡Esto es PEÑAROL!
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