Llegó el momento de que se vea, aunque sea un poco, la mano del Polilla dentro del plantel. Pasaron más de dos semanas del último partido lo que le tiene que haber dado tiempo para decirle a los jugadores cuál es su idea de juego, qué le gusta, cómo hay que jugar, etc.
Lo que no se pudo hacer en los primeros días de su ciclo en Peñarol (porque solo hubo un par de entrenamientos antes del primer partido y tres días después se jugó el segundo), esta vez se tiene que dar.
No pido un gran volumen de juego, ni espectacularidades, solo estoy convencido que en tantos días de trabajo algo de su idea se va a poder plasmar.
Y si bien a nivel de nombres no hay muchos cambios, hay algunas modificaciones que hay destacar. Primero, el hecho de que el dt parece confiar en Albín para el lateral derecho (cuando a principio de año parecía que Alvez iba a tener ese puesto) y el adelantamiento definitivo de Estoyanoff para formar un triplete en ataque, son cambios que ha introducido Da Silva.
Además, parece ser que le quiere dar volumen de juego al equipo y que se juegue al pelotazo lo menos posible.
Otra cosa positiva que se ha hecho en este último tiempo es la subida de algunos juveniles al plantel de primera. Está bueno que no los quemen, porque a veces en la desesperación de tratar de sacar un partido adelante se los pone en un momento complicado. Pero esta vez, se les da la posibilidad de entrenarse en primera e integrar algún banco de suplentes de vez en cuando, como fue el caso de Poncet contra Cerro Largo.
Esperemos que el viernes contra Racing se vea un buen partido de Peñarol y que las cosas empiecen a salir bien.
Vamos Peñarol!
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